Por Enrique García-Mansilla
“El rol del estado, en la intervención económica en países como los nuestros, debe hacerse en los sectores monopólicos, para morigerar su poder, no asociarse a ellos para incrementar su poder, recordemos: ayer fueron los ganaderos, hoy los agricultores, mañana serán los comerciantes, un día vendrán por mí, y la voracidad fiscal me desapoderara de una vida de trabajo en aras de una mala conceptualización del bien común”.
Esto lo escribí hace ya más de 60 días en una nota que titule “Mañana digo basta”, parafraseando el titulo de un éxito literario de Silvina Bullrich.
No pretendo ser profeta, simplemente emitir opinión sobre hechos discutibles y sensibles para la sociedad, pero hoy, sorprendido he escuchado al Jefe de Gabinete decir que será analizada la renta financiera es decir, no basta con el campo, uno a uno irán rastrillando los diversos sectores económicos.
Gravar la renta financiera que quiere decir: ¿gravar los intereses de los plazos fijos?, ¿la compra venta de acciones?, ¿la compra venta de títulos públicos?, etc. argentina necesita mercado de capitales, financiamiento a las empresas, autofinanciamiento, en fin necesita inversiones, si empezamos a gravar estas diversas actividades solo lograremos acelerar la huida de los capitales nacionales y terminar de espantar los capitales externos.
Es más, el solo anuncio de que se estaría pensando en ello no será inocuo, los argentinos acostumbrados a anticipar hechos perversos o negativos, ya comenzaran a buscar protección de sus capitales para salvaguardar las rentas que de ellos obtengan, liquidaremos la Bolsa de Comercio, y el Gobierno no obtendrá financiamiento para sus necesidades. Esto es malo, muy malo, como noticia y dañino como un hecho.
Ya el conflicto con el campo costo millones de fuga de depósitos volcados a los dólares que en el colchón o en los paraísos fiscales duermen seguros hasta que se despeje el panorama, ahora le estamos agregando un nuevo ingrediente a esa actitud, anunciar que se estudiaría gravar la renta financiera.
Otros Gobiernos, con situaciones fiscales más comprometidas, y con flaqueza en las reservas no intentaron meter la mano en la renta financiera porque intuían que ello solo traería mayores dificultades a la economía nacional, este Gobierno, pareciera no haber aprendido de la historia en esta materia y, sin embargo fue el primer estado el mandar a mudar sus ingreso por regalías al exterior para protegerlo del manotazo del gobierno central y de la hecatombe económica del 2001/02, por lo tanto es consciente que estos anuncios no serán desoídos por los inversores.
Gobernar es prudencia, cuidar lo que se dice o como se dice, es armar consensos y no ir generando antagonismos en forma permanente, ello mantiene a la sociedad en vilo, la encrespa y ella no espera en hacer sentir su reacción, las crisis no devienen solas, hay quienes las provocan o alientan, ya sea para martirizar su gestión o para tapar otras que, saliendo a la luz del conocimiento público, terminarían de pulverizar el poder político de los gobernantes.
La prudencia pide prudencia, el sentido común pide reflexión, ninguna de estas consideraciones pareciera caber en la mentalidad de los que nos Gobiernan, solo los estados fascistas amedrentan, espantan y mantienen el temor sobre sus ciudadanos, esto no es legitimidad, es intimidación y confiscación, hasta ahora se sintieron cacerolas, que solo pedían reflexión, que no ocurra que un día, tal vez mañana la sociedad diga “basta”
Más información www.politicaydesarrollo.com.ar
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Contáctenos: politicaydesarrollo@gmail.com
“El rol del estado, en la intervención económica en países como los nuestros, debe hacerse en los sectores monopólicos, para morigerar su poder, no asociarse a ellos para incrementar su poder, recordemos: ayer fueron los ganaderos, hoy los agricultores, mañana serán los comerciantes, un día vendrán por mí, y la voracidad fiscal me desapoderara de una vida de trabajo en aras de una mala conceptualización del bien común”.
Esto lo escribí hace ya más de 60 días en una nota que titule “Mañana digo basta”, parafraseando el titulo de un éxito literario de Silvina Bullrich.
No pretendo ser profeta, simplemente emitir opinión sobre hechos discutibles y sensibles para la sociedad, pero hoy, sorprendido he escuchado al Jefe de Gabinete decir que será analizada la renta financiera es decir, no basta con el campo, uno a uno irán rastrillando los diversos sectores económicos.
Gravar la renta financiera que quiere decir: ¿gravar los intereses de los plazos fijos?, ¿la compra venta de acciones?, ¿la compra venta de títulos públicos?, etc. argentina necesita mercado de capitales, financiamiento a las empresas, autofinanciamiento, en fin necesita inversiones, si empezamos a gravar estas diversas actividades solo lograremos acelerar la huida de los capitales nacionales y terminar de espantar los capitales externos.
Es más, el solo anuncio de que se estaría pensando en ello no será inocuo, los argentinos acostumbrados a anticipar hechos perversos o negativos, ya comenzaran a buscar protección de sus capitales para salvaguardar las rentas que de ellos obtengan, liquidaremos la Bolsa de Comercio, y el Gobierno no obtendrá financiamiento para sus necesidades. Esto es malo, muy malo, como noticia y dañino como un hecho.
Ya el conflicto con el campo costo millones de fuga de depósitos volcados a los dólares que en el colchón o en los paraísos fiscales duermen seguros hasta que se despeje el panorama, ahora le estamos agregando un nuevo ingrediente a esa actitud, anunciar que se estudiaría gravar la renta financiera.
Otros Gobiernos, con situaciones fiscales más comprometidas, y con flaqueza en las reservas no intentaron meter la mano en la renta financiera porque intuían que ello solo traería mayores dificultades a la economía nacional, este Gobierno, pareciera no haber aprendido de la historia en esta materia y, sin embargo fue el primer estado el mandar a mudar sus ingreso por regalías al exterior para protegerlo del manotazo del gobierno central y de la hecatombe económica del 2001/02, por lo tanto es consciente que estos anuncios no serán desoídos por los inversores.
Gobernar es prudencia, cuidar lo que se dice o como se dice, es armar consensos y no ir generando antagonismos en forma permanente, ello mantiene a la sociedad en vilo, la encrespa y ella no espera en hacer sentir su reacción, las crisis no devienen solas, hay quienes las provocan o alientan, ya sea para martirizar su gestión o para tapar otras que, saliendo a la luz del conocimiento público, terminarían de pulverizar el poder político de los gobernantes.
La prudencia pide prudencia, el sentido común pide reflexión, ninguna de estas consideraciones pareciera caber en la mentalidad de los que nos Gobiernan, solo los estados fascistas amedrentan, espantan y mantienen el temor sobre sus ciudadanos, esto no es legitimidad, es intimidación y confiscación, hasta ahora se sintieron cacerolas, que solo pedían reflexión, que no ocurra que un día, tal vez mañana la sociedad diga “basta”
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