El médico argentino Norberto Atilio Bianco, acusado por organizaciones de “derechos humanos”, tras declarar ante un juez paraguayo dijo a los periodistas que "soy un perseguido" de la organización Abuelas de Plaza de Mayo.
Bianco, detenido por Interpol el martes, venía desempeñándose como traumatólogo en uno de los hospitales privados más importantes de Asunción.
Los agentes dieron cumplimiento a una orden de captura internacional dictada por el juez federal de San Martín, Argentina, Alberto Suares Araújo, quien atendió una denuncia presentada por la organización Abuelas de Plaza de Mayo, involucrando a Bianco como presunto responsable del secuestro de ocho mujeres embarazadas y sus hijos nacidos en cautiverio en el Hospital Militar de Campo de Mayo durante la dictadura.
En breve reunión con la prensa en el Palacio de Justicia, Bianco, después de hablar con el juez Gustavo Amarilla, dijo tener 63 años y no 70, pero indicó que "no dilataré mi probable extradición a la Argentina pero lucharé aquí con todas las armas legales para evitar que me lleven".
Su abogada Gilga Busgtaller anticipó que la defensa se basará "en el hecho de que nadie puede ser juzgado dos veces por un mismo caso y mi cliente ya fue condenado años atrás en un caso de presunta violación de derechos humanos".
"Soy un perseguido por ese grupo Abuelas de Plaza de Mayo porque nunca atendí a ninguna embarazada durante mis servicios en el hospital militar; siempre fui traumatólogo. De partos no se nada", señaló Bianco.
Finalmente, comentó que "mis compañeros del servicio de traumatología y el propio director del hospital militar ya fallecieron, así que quedo sólo yo como testigo, pero lucharé contra los que me persiguen".
El médico argentino guarda reclusión preventiva en la penitenciaría Tacumbú, en las afueras de Asunción.
En los años 90, la causa por la que fue condenado a prisión en Argentina lo sindica como responsable material del secuestro de dos bebés a quienes, tras adoptarlos como sus hijos, a quienes bautizó como Carolina, hoy de 30 años, psicóloga de profesión y madre de dos niños; y Pablo, de 26 años, padre de un niño. Los menores tienen la nacionalidad paraguaya.
Bianco estuvo poco tiempo detenido porque la justicia computó como tiempo de detención diez años viviendo en Asunción, mientras esperaba su extradición, en condición de prisión domiciliaria.
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