miércoles, 7 de mayo de 2008

¿Otra “Noche de los Lápices”? Ahora se viene un documental para recordar la “masacre de los palotinos”


La película sobre los sacerdotes y seminaristas palotinos, cuenta una vez más la verdad a medias, tal como cuando se realizó otro de los íconos de la nueva filmografía hemipléjica argentina, “La noche de los Lápices”.

Con el patrocinio de la Embajada argentina ante la Santa Sede y la presencia del cardenal Jorge Mejía, fue proyectado en la Casa Argentina de la vía Veneto el documental "4 de julio 1976-La masacre de los palotinos". El 3 de julio se podrá ver en Buenos Aires.

El “documental”, hecho en 2007, ganó varios premios internacionales.

Los directores, Juan Pablo Young y Pablo Zubizarreta, cuentan que de pequeños iban con sus padres a la parroquia porteña de San Patricio, en Belgrano R, dirigida por nueve miembros de la orden de los Palotinos, que en Argentina está representada por su fuerte rama irlandesa.

Cuenta esta “idealizada historia” que en la madrugada del 4 de julio de 1976, a pocos meses del comienzo de la del gobierno de facto, un grupo nunca identificado por la Justicia, entró con armas largas y pistolas calibre 9 milímetros en la parroquia y llevó a la sala de televisión del primer piso a cinco palotinos. Los identificaron, les pegaron y después los mataron, desfigurándolos a balazos y dándoles a todos el tiro de gracia. Con tiza escribieron en las paredes insultos como "esto les pasa por envenenar a la juventud". Dos días antes, una bomba montonera había estallado en un comedor de la Policía, frente al Departamento Central: mató a 18 personas.

"Fue una venganza", aseguraron Young y Zubizarreta, en un claro reconocimiento de que en algo estaban relacionados con esa auténtica masacre.

La película sobre los sacerdotes y seminaristas palotinos, cuenta otra verdad a medias, tal como cuando se realizó otro de los íconos de la nueva filmografía hemipléjica argentina, “La noche de los Lápices”.

Sus directores dicen que "representa el peor hecho sangriento de la historia de la Iglesia argentina" y que quieren “reivindicar la memoria de los religiosos".

La película fue presentada por el encargado de negocios de la embajada en la Santa Sede, ministro Hugo Gobbi y narra los sueños de los sacerdotes idealistas, su dedicación y la incomprensión del barrio de gente acomodada de la parroquia, muchos de cuyos feligreses los consideraban "comunistas" por sus ideales progresistas; algunos hasta los denunciaron ante los militares.

En el filme aparecen además otros dos personajes importantes de la historia. El entonces sacerdote palotino Roberto Killmeatte, que se salvó aquella madrugada porque estaba en un seminario en Colombia, y el periodista Eduardo Kimel, quien escribió un libro sobre la "masacre".

Killmeatte colgó la sotana por sus diferencias con la misma orden. Hoy vive en Bariloche, casado y con dos hijos.

Kimel, es el único condenado por el caso, porque el primer juez que intervino en la causa lo acusó de haberlo difamado en su libro. Por esa razón, Kimel recibió una condena de cárcel en suspenso y 20.000 dólares de resarcimiento para Guillermo Rivarola.

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